En la Suiza germana se habla un dialecto alemán. Sin embargo, es un error suponer que los suizos de habla alemana son como los alemanes: Suiza es un país diferente con su propia cultura.
Los suizos tienen una marcada comprensión democrática. Son ciudadanos orientados a Europa Occidental y amantes de la libertad que se apartan de la mentalidad estadounidense. La diversidad, la tolerancia y la separación del Estado y la religión son valores fundamentales para los suizos. Son menos fieles a la autoridad que los alemanes. Los suizos rechazan cualquier tipo de autoridad. Trate a los jefes igual que a sus empleados. A los suizos les gusta la igualdad. No quieren ser señalados. Los jefes intentan transmitir sus inquietudes a través de peticiones espontáneas, no a través de órdenes. En Suiza, incluso en los entornos empresariales, la gente es muy amable con los demás y se tutea cada vez más. A pesar de toda su cercanía superficial, siga siendo profesional y mantenga el límite de la cordialidad. En Suiza es especialmente importante saber cómo tratar con los demás de forma fluida y eficaz. En situaciones de conflicto, los suizos apuestan por la cooperación en lugar de la confrontación.
La tendencia a expresar la igualdad se refleja también en el vestuario de los suizos. Ciertamente, les gusta la ropa y las joyas con estilo, pero tienden a la sobriedad y son reservados con respecto a las apariciones ostentosas o jactanciosas.
Los suizos piensan de forma crítica y también quieren opinar. Esto se expresa no sólo en los votos directos en los eventos políticos, sino también en las empresas. Es cierto que la consulta y la toma de decisiones conjuntas que se practican en Suiza llevan más tiempo, pero los compromisos equilibrados que se encuentran juntos cuentan con un mayor apoyo. Los suizos no aceptan que haya un solo camino. Ellos discuten todas las alternativas. Esta convicción se refleja también en la práctica de la empresa.
Aunque los suizos son tradicionales, esto no significa que quieran que todo siga como está. A los extranjeros les pueden parecer pesados e insistentes, pero en el fondo, quizás por su estable historia, los suizos son extremadamente relajados. Al mismo tiempo, como antigua nación comercial, son muy flexibles. Por ejemplo, Suiza es el país europeo con mayor intensidad de innovación.
Si tiene una cita con un suizo, sea puntual. La puntualidad es una cuestión de rutina para los suizos. La puntualidad es sólo una faceta de la precisión. Ellos son conocidos por su precisión que se refleja en la ingeniería de precisión suiza. Si quiere hacer negocios con los suizos debe responder a los siguientes requisitos. Esto comienza ya con el saludo: los suizos dan mucha importancia a que les saluden por su nombre. Mantenga la formalidad de sus saludos y despedidas en las reuniones de negocios y evite un «adiós» informal. Inicie las conversaciones con una pequeña charla, pero de forma moderada. Llegue al tema de la reunión en un tiempo razonable.
Parte de la precisión de los suizos es su fiabilidad. Esperarán lo mismo de usted.
Los suizos de habla alemana se sienten más cómodos hablando suizo alemán; con el alemán estándar se sienten inferiores a los alemanes y, por tanto, prefieren evitarlo. Palabras en su vocabulario como «parkieren» y «grillieren» resultan pomposas para los alemanes; su reacción ante ellas hace que los suizos se sientan burlados. Entender bien el alemán de Suiza y aceptar su idiosincrasia puede abrir puertas a los alemanes en la Suiza germana.
Los suizos consideran a menudo a los alemanes como arrogantes. Esto se debe a los diferentes estilos, a las diferentes elecciones de palabras y a las diferentes formulaciones. Mientras que los suizos reformulan sus críticas, los alemanes tratan los errores identificados de forma objetiva y directa, algo a lo que los suizos no están acostumbrados.
Tanto los alemanes como los suizos se hacen un favor si adoptan los términos técnicos comunes del área lingüística del otro. Por ejemplo, «Traktandenliste» frente a «Tagesordnung» y «sistieren» frente a «teilnehmen».
Los suizos viven con conciencia ecológica. Como país turístico, Suiza depende en gran medida del ecosistema, por un lado, y dispone de pocas materias primas, es por ello que se industrializó muy pronto. Quizá por eso los suizos aprendieron desde muy pronto a combinar el uso de la tecnología con la protección del medio ambiente. Por ejemplo, el sistema de transporte público en Suiza es mucho mejor aceptado que el transporte público alemán por los alemanes. En Suiza existe una marcada sensibilidad hacia las consecuencias ecológicas y sociales del uso de la tecnología. En Suiza, los proyectos de mayor envergadura suelen ser objeto de un intenso análisis de sus consecuencias a largo plazo antes de ser aprobados.
Debido a la naturaleza tripartita de Suiza, en el país se dan grandes diferencias entre las culturas románica y germánica, que por un lado provocan conflictos, pero por otro también una mayor tolerancia y unión.