El método de mapeo del flujo de valor apoya Lean Managements la identificación y descripción clara de todas las operaciones que añaden valor y la alineación de toda la empresa con el flujo de valor. Esto permite utilizar los recursos de forma selectiva y evitar los despilfarros. Un valioso efecto secundario de la optimización del flujo de valor es una notable contribución a la sostenibilidad.
El elemento central de la optimización del flujo de valor es el principio de flujo. Éste subraya la importancia de los procesos. Las estructuras deben apoyar los procesos, y no al revés. Muchas PYME fracasan en este aspecto, diseñando sus procesos en torno a personas y organigramas en el mejor de los casos. No es así como triunfa la optimización del flujo de valor.
Flujo también significa minimizar las existencias intermedias. Las existencias intermedias tienen su justificación en la disociación de subprocesos. Sin embargo, el objetivo debería ser coordinar mejor los subprocesos en lugar de ampliar la solución ficticia de las existencias intermedias. Esto puede lograrse aplicando un principio pull claro en todas las interfaces a lo largo del proceso empresarial. El concepto Kanban se ha desarrollado a partir de esta idea. En lugar de fabricar en cada paso del proceso de acuerdo con un plan general, es aconsejable fabricar en cada paso del proceso según lo previsto en respuesta a la demanda a corto plazo del siguiente eslabón del proceso. Esto aumenta la calidad del proceso y la fiabilidad de la entrega, al tiempo que reduce los costes de almacenamiento y manipulación de materiales y, por tanto, el compromiso de capital.
Por supuesto, esto no se consigue a la primera, y el proceso de desarrollo nunca se completará. Pero el proceso de mejora continua (kaizen) puede acercar paso a paso a su organización al óptimo. Liderazgo puede ayudar significativamente a aplicar la filosofía Kanban de forma coherente.