El liderazgo interno es un requisito previo para el dirigir a los empleados, el llamado liderazgo externo. El liderazgo interno incluye, en primer lugar, una actitud de liderazgo adecuada, pero también una autopercepción realista y un buen autocontrol.
La práctica del zen puede ser un camino hacia la autoconciencia. Esto incluye una buena gestión del tiempo.