En el marco de una Due Diligence técnica, los posibles compradores pueden examinar los activos técnicos esenciales de una empresa en venta para deducir las posibilidades y limitaciones del negocio.
Concretamente, la Due Diligence técnica se ocupa de determinar el nivel técnico o tecnológico de los activos, su estado de uso y su idoneidad y utilización para la actividad actual y prevista. En el caso de la maquinaria y los equipos, no sólo interesan su capacidad y productividad, sino también su precisión de fabricación y su probabilidad de fallo. Los expertos pueden extraer valiosas conclusiones sobre la competitividad de la empresa en cuestión a partir de la evaluación de la maquinaria y los equipos, pero también del uso de las materias primas, el flujo de materiales y los procesos operativos mediante la evaluación comparativa. La Due Diligence técnica también permite sacar conclusiones sobre las necesidades de inversión y los costes de explotación que cabe esperar en el futuro.
Ejemplo: Un fabricante de componentes para grandes engranajes utilizados en turbinas eólicas tiene que producir engranajes con la máxima precisión. Todas las fresadoras y rectificadoras CNC deben cumplir los mismos requisitos de alta precisión. En una Due Diligence técnica, los expertos pueden ver si esta precisión puede ser lograda por todas las máquinas que intervienen en este proceso de fabricación.
Una parte de la Due Diligence técnica es también una evaluación de los derechos de propiedad industrial utilizados en la empresa. La eficacia de la protección actual y futura puede repercutir en la posición de mercado y la rentabilidad de la empresa.
La información sobre el consumo de energía y las emisiones contaminantes es cada vez más importante para los posibles compradores, ya que también toman decisiones cada vez más respetuosas con el medio ambiente en sus adquisiciones. Muchos empresarios quieren orientar sus actividades empresariales hacia la «neutralidad climática».
En el transcurso de la Due Diligence Técnica también se examina el cumplimiento de los requisitos de salud y seguridad en el trabajo.
En este contexto, la Due Diligence técnica también evalúa el impacto de los efectos actuales y probablemente futuros de las obligaciones legales y la normativa sobre la continuación de las operaciones comerciales.
Todas estas conclusiones de la Due Diligence técnica repercuten en la situación de los beneficios futuros previstos, en el cash flow futuro y en los riesgos del negocio y desembocan en la Due Diligence financiera a través de la Due Diligence comercial.
(Acceso a una lista de comprobación para la diligencia técnica debida).