Mientras que el marketing y la gestión de productos tienden a especificar la función y el beneficio de los futuros productos «correctos», el desarrollo de productos tiene que implementar adecuadamente estos productos correctos. Esto también suele ser un reto importante.
Con el método de Despliegue de la función calidad (QFD), la finalidad, la función y la tarea de un producto pueden «mapearse» sistemáticamente con las características, rasgos y cualidades del futuro producto. La correlación entre las características y los beneficios puede ser elaborada. De este modo, se pueden deducir las propiedades necesarias de forma concluyente a partir de las expectativas y los requisitos. Sabiendo que siempre hay varias vías de solución y varias variantes de solución, el QFD ayuda a separar sistemáticamente los requisitos de las soluciones. Esto tiene dos ventajas: En primer lugar, el espacio de soluciones y el campo de posibilidades se amplía para usted y, en segundo lugar, puede concentrar la atención del desarrollo de su producto en la implementación de las funciones esenciales.
Cuando utilice el QFD, preste atención a la adaptabilidad dinámica. El QFD no debe aplicarse de forma demasiado estricta, especialmente en el caso de tiempos de desarrollo más largos. Las condiciones marco cambiantes deben incorporarse a los requisitos adaptados. Es importante la retroalimentación continua entre el proceso de QFD y la gestión de productos.