No espere del desarrollo de sus productos sólo que funcionen, sino también que estén bien integrados con su entorno.
Ejemplo: La caja de cambios de un vehículo no sólo debe transmitir la fuerza motriz y cambiar de marcha con suavidad. Debe ajustarse a las características del motor y del vehículo. La misma caja de cambios puede parecer perfectamente afinada en un Golf con un motor diésel de 2 litros, pero ser terriblemente lenta en un Passat con un motor de gasolina de 2 litros.
Asegúrese también de que sus productos cumplen los llamados «casos de uso». Para ello, fíjese en las condiciones de uso y en el ciclo de vida de su producto.
¿Qué objetivos de sostenibilidad quiere perseguir con sus productos? ¿Cómo se asegura de que el desarrollo de su producto alcance estos objetivos?
Ejemplo: ¿Su producto es fácil de mantener, incluso cuando está instalado? ¿Es resistente a las influencias externas (lluvia, barro, agua salada, sacudidas, etc.) en el entorno en el que se utiliza? ¿Se puede reciclar su producto?
¿Cómo enfoca sus proyectos de desarrollo de productos? ¿Reciben sus desarrolladores de productos una especificación clara de lo costosos que pueden llegar a ser los productos a desarrollar? Esto no significa el coste del desarrollo del producto solamente, sino realmente el coste del producto, incluyendo los costes de desarrollo. Con este método de «cálculo de costes por objetivos» se puede garantizar que los productos se desarrollen de forma que se ajusten al mercado en cuanto a sus costes.