La diferencia entre el éxito y el fracaso suele estar en la coherencia de la aplicación. Los conocimientos están disponibles, pero luego hay desviaciones y retrasos y, finalmente, ajustes de los objetivos como consecuencia de ello. Asegúrate de que se cumplen los acuerdos. No espere a que pase el periodo de aplicación previsto, sino compruebe constantemente si «todo va por buen camino».
Pregunte por las razones de las desviaciones de los objetivos acordados. Puede haber razones plausibles. En estos casos, el objetivo puede ajustarse como una excepción.
Permita que alguien que excepcional y justificadamente no pueda cumplir un acuerdo, avise con antelación para que se haga un nuevo acuerdo. Si no se cumple un acuerdo, busque una confrontación. Muestre inquietud. Si no se preocupa, no estará contento con el empleado.
Exija este compromiso a su directivo. Ya lo verá: El compromiso y la fiabilidad favorecen el clima de rendimiento y el ambiente de trabajo. Más aún: el compromiso y la fiabilidad son necesarios porque hay dependencias a lo largo de la cadena de procesos.
Recurra a las discusiones de crítica objetiva con los empleados que no cumplan los acuerdos.