Crisis aguda

En una crisis aguda hay que actuar con mucha más decisión e inmediatez que en un programa de aumento de ingresos en el que no hay una emergencia existencial.

Mientras su empresa no sea aún insolvente, puede acordar aplazamientos de impuestos con la Agencia Tributaria a través de su asesor fiscal, lo que contribuirá a preservar su liquidez. Por ejemplo, puede solicitar un aplazamiento del impuesto sobre el volumen de negocios si aún no debe ser abonado. El gerente de la empresa es responsable a título personal del pago puntual del impuesto sobre los salarios. La falta de pago del impuesto sobre los salarios suele considerarse una negligencia grave.

También debe crear confianza con los proveedores para que sigan suministrándole. Sin embargo, es muy importante que no haga ninguna declaración vinculante a los acreedores sobre la solvencia de su empresa en una crisis aguda. Si su empresa se declarara insolvente, usted sería personalmente responsable de los daños y perjuicios que pudieran atribuirse a su declaración. Instruya a todo su equipo por escrito para que se abstenga de hacer tales declaraciones.

En una crisis aguda, las medidas inmediatas deben ser el centro de atención. En caso de insolvencia se aplican otras normas legales.

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