El marketing no comienza con la comercialización de los productos o servicios existentes. El marketing debería comenzar, más bien, con el diseño del producto y el desarrollo del producto. Por lo tanto, los dos primeros pasos para el éxito del marketing son el análisis de las necesidades y el análisis de los compradores como parte de la investigación de mercado. Los resultados del análisis de las necesidades deben desembocar en el desarrollo de productos y en la gestión de productos, incluido el servicio. Esta coherencia permanente puede garantizar productos basados en las necesidades que pueden comercializarse de forma natural. Pero ni siquiera esto ocurre por sí mismo. Los beneficios deben comunicarse de forma adecuada al grupo objetivo. Solo entonces se podrá llevar a cabo una marca exitosa.
¿Cómo evalúa el proceso de comercialización en su empresa? ¿Cómo determina las necesidades de sus clientes objetivo? ¿El diseño del producto responde a las necesidades reales del cliente? ¿Se comunican sistemáticamente las ventajas de sus servicios a sus clientes objetivo? ¿Con qué ventaja construye su(s) marca(s) a través del branding?
A menudo es el marketing el que se recorta en situaciones de escasez de dinero. En muchas empresas el presupuesto para marketing se planifica como un porcentaje de la facturación. Por supuesto, esto no tiene sentido porque lo que se quiere es trabajar en el éxito futuro con medidas de marketing. Por lo tanto el presupuesto de marketing debe estar orientado a sus objetivos de mercado. El marketing es una inversión de futuro que hay que financiar. Existen opciones de financiación realistas que con un poco de creatividad pueden aplicarse incluso en situaciones de escasez de dinero.